viernes, 20 de enero de 2012

Te doy mis ojos.

La pelicula trata del un matrato la mujer es maltratada haces años. Pilar se va de la casa por que Antonio la maltrata mucho y se va de la casa con el hijo para la casa de la hermana. La hermana le pregunta por que te ha pasado y ella no le contesta. La hermana se para la casa de Antonio para la recoje la ropa suya y la del niño.

lunes, 9 de enero de 2012

el ciclo de la violencia

La Ley Integral contra la Violencia de Género hace hincapié en la violencia ejercida contra las mujeres en el marco de las relaciones afectivas. En este sentido, la teoría del “ciclo de la violencia”, formulada por la antropóloga Leonor Walker en su libro de 1979 The Battered Women (Las mujeres maltratadas), es muy útil para entender los comportamientos de algunas mujeres que sufren violencia por parte de sus parejas. El “ciclo de la violencia” ayuda a comprender, sobre todo, la vuelta de la víctima con su agresor, algo que puede provocar en algunas/os profesionales un cierto sentimiento de fracaso.
El “ciclo de la violencia” comprende 3 fases:
Fase 1. Acumulación de tensión.
La tensión es el resultado del aumento de conflictos en la pareja. El maltratador es hostil, aunque aún no lo demuestra con violencia física, y la víctima trata de calmar la situación y evita hacer aquello que cree que disgusta a su pareja, pensando que puede evitar la futura agresión. Esta fase se puede dilatar durante varios años.
Fase 2. Explosión violenta.
Es el resultado de la tensión acumulada en la fase 1. En esta segunda etapa se pierde por completo toda forma de comunicación y entendimiento y el maltratador ejerce la violencia en su sentido amplio, a través de agresiones verbales, psicológicas, físicas y/o sexuales. Es en esta fase cuando se suelen denunciar las agresiones o se solicita ayuda, ya que se produce en la víctima lo que se conoce como “crisis emergente”.
Fase 3. Arrepentimiento.
Durante esta etapa la tensión y la violencia desaparecen y el hombre se muestra arrepentido por lo que ha hecho, colmando a la víctima de promesas de cambio. Esta fase se ha venido a llamar también de “luna de miel”, porque el hombre se muestra amable y cariñoso, emulando la idea de la vuelta al comienzo de la relación de afectividad. A menudo la víctima concede al agresor otra oportunidad, creyendo firmemente en sus promesas. Esta fase hace más difícil que la mujer trate de poner fin a su situación ya que, incluso sabiendo que las agresiones pueden repetirse, en este momento ve la mejor cara de su agresor, lo que alimenta su esperanza de que ella le puede cambiar.